Invocación
Namasté : lo divino en mí saluda lo divino en ti
Namasté es el gesto de unir las palmas en el centro del pecho e inclinar la cabeza en una reverencia y representa la creencia de que en cada uno de nosotros reside una chispa Divina, que está localizada en el chakra del corazón. Es un acto mediante una alma reconoce a la otra y se postra humildemente ante ésta, rindiendo su mente y Ego. El profesor inicia la clase con este gesto en gratitud hacia sus alumnos y hacia sus propios maestros, invitándolos a conectarse con el flujo divino de verdad y sabiduría que reside en cada uno de nosotros.
Oración Inicial
Toda clase se inicia con una oración, un ritual de homenaje y agradecimiento a la divinidad que se ha manifestado a través de los grandes maestros para transmitirnos la sabiduría del Yoga. Rendimos nuestra mente y nuestro ego y pedimos humildemente que nuestros maestros nos guíen por el sendero del auto conocimiento que nos lleva al encuentro con nuestra esencia divina, nuestro núcleo luminoso, e alma.
En la cultura India, se rinde homenaje a Patanjali, el sabio creador de la obra del yoga (500AC) dirigida hacia la evolución mental y espiritual del ser humano. Sus enseñanzas han sido seguidas y transmitidas por los yoguis de todos los tiempos hasta la actualidad.
Invocación a Patanjali
Aum…aum…aum
Yogena cittasya padena vacam
Malam sarirasya ca vaidyakena
Yopa-Karottam pravaram muninam
Patanjalim Pranjalirana tosmi
Abahu purushakaram
sankha cakrasi dharinam
Sahasra sirasam svetam
Pranamami Patanjalim
Hari Om
Me inclino ante el más noble de los sabios, Pantanjali,
quien nos dio el Yoga para la serenidad de la mente,
la gramática para la claridad y pureza del lenguaje
y la medicina para la perfección de la salud.
Postrémonos ante Patanjali,
encarnación de Adishesha,
cuyo cuerpo superior tiene forma humana
cuyos brazos sostienen una concha y un disco,
y está coronado por una cobra de mil cabezas
Pronunciación: ca = cha sa = sha ha = ja